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Mickey Silver
by on November 20, 2018
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Los niños siempre quieren probar con la ropa y elegir ellos lo que se van a poner. No frenes sus impulsos, guíaselos pero sin que él se de cuenta. A la mayoría de los niños, hasta que aprenden a vestirse bien (sobre los cinco años), les encanta cambiarse de ropa varias veces al día, lo que suele irritar mucho a las madres. Si tu hijo es uno de ellos, procura no enfadarte con él. Podemos encontrarnos con inconvenientes, por ejemplo, si les permitimos elegir su ropa, como el pasar demasiado tiempo hasta decidirse, cambiar de opinión o que se empeñen en ir vestidos de forma poco conveniente. Lo hace para entrenar su nueva habilidad y porque le gusta elegir la ropa infantil que va a ponerse. Salvo que quiera llevar una camiseta de manga corta en pleno invierno, o un jersey de cuello vuelto cuando hace 40 ºC, permítele escoger lo que se va a poner cada día (dale a elegir sólo entre dos o tres opciones, para que no se eternice decidiendo). Podemos encontrarnos con otros inconvenientes, por ejemplo, si les permitimos elegir su ropa, como el pasar demasiado tiempo hasta decidirse, cambiar de opinión o que se empeñen en ir vestidos de forma poco conveniente. Pero ofrecerle esta oportunidad es muy bueno para él porque: Le hace sentirse mayor, algo que le encanta (el mundo de los adultos le resulta fascinante). Aumenta la confianza en sí mismo. Afianza su personalidad. Le hace ser más decidido. Le enseña a expresar sus deseos sin miedo a que le contradigan. Sin duda, que permitamos que los niños elijan su ropa y decidan sobre su aspecto ofrece ventajas para su desarrollo: se sienten más respetados y valorados, adquiriendo confianza en ellos mismos y aumentando la que sienten hacia nosotros. Además, su personalidad se afianza, se hacen más autónomos en el sentido correcto y les ayuda a ser decididos sin miedo a que les sean negadas esas pequeñas decisiones tan importantes para llegar a saber decidir responsablemente en lo importante. El placer de haber elegido su ropa hará, incluso, que, al sentirse "mayores" deseen aprender a cambiarse de forma automotivada, algo que, en mi opinión es deseable y que nunca hay que forzar. Ayudale sin note Como en todos los demás aprendizajes, en éste de vestirse solo tampoco debes compararle con otros niños de su edad (unos adquieren antes que otros la madurez mental necesaria para desarrollar unas determinadas habilidades), ni proponerle objetivos que están por encima de sus posibilidades, porque esto le crearía inseguridad. Deja que avance a su ritmo (en general, las niñas aprenden a ponerse la cosas de moda infantil antes que los niños) y ayúdale a vestirse cada vez mejor y más deprisa, pero sin que lo notes (para ello te resultarán muy útiles los trucos y consejos que te damos en los cuadros). Y, eso sí, a medida que vaya progresando, intervén lo menos posible y cuando te veas obligada a hacerlo, déjalo para el final, después de felicitarle por lo bien que se lo ha colocado todo (si se pone el jersey al revés y los pantalones torcidos, deja pasar unos minutos antes de ponérselos correctamente). Seguro que así no le importará tanto que le eches una mano.
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